En nuestro Centro de Idiomas puedes estudiar inglés, francés, italiano y alemán. 🌍

EMOCIONARSE EN OTRO IDIOMA, EL RETO DEL BILINGÜE

EMOCIONARSE EN OTRO IDIOMA, EL RETO DEL BILINGÜE

Cuando estamos aprendiendo una segunda lengua y vemos una película o escuchamos una canción, parece que nos conmovemos menos que si lo expresado fuese dicho en nuestra lengua materna.

¿POR QUÉ SUCEDE ESTO?

Jon Andoni Duñabeitia, investigador del Basque Center On Cognition, Brain and Language (BCBL), responde que hay “una gran relación entre el contexto en que se aprende una lengua y la capacidad de emocionarse cuando se interactúa por medio de esta”.

Los estudios que se realizan en este centro, demuestran que la capacidad de tomar decisiones o de sentir emociones, es diferente dependiendo de si lo hago en mi lengua nativa, respecto a  si lo hago en una lengua que he aprendido en una academia, por ejemplo.

Los sentimientos van a tener un mayor impacto si se expresan en la lengua nativa, y esto se da porque el contexto en que lo adquirimos: familiar. Nuestros padres o cuidadores nos daban unas palabras, que íbamos dotando siempre de cargas emocionales. No se pueden desvincular las emociones familiares y sociales con la lengua materna.

¿QUÉ SUCEDE ENTONCES CUANDO ESTAMOS APRENDIENDO UNA SEGUNDA LENGUA?

Pongamos de ejemplo el inglés, lengua que hace parte del plan de estudio de colegios y universidades de Medellín. Al estar sólo presente como asignatura, se descontextualiza por completo de las emociones, ya que está en un ambiente académico. Por lo tanto a la hora de interactuar, va a costar más sentir, justamente por esa distancia emocional.

¿Y LAS EMOCIONES NEGATIVAS?

El investigador aclara que su teoría es válida para las emociones positivas y negativas. Dice que “hay estudios que demuestran que al medir fisiológicamente cómo responde mi cuerpo y mi cerebro a un insulto en una lengua extranjera, el impacto es menor que si fuese en mi lengua nativa”.

La invitación que hace el experto en neurociencia cognitiva del lenguaje, es a reconocer que las lenguas tienen un fin comunicativo y una utilidad. Además recuerda que ser bilingüe tiene la ventaja  de adquirir ese nivel sociolingüístico. Y que en conclusión, el gran reto de quien adquiere un nuevo lenguaje es a emocionarse en este.